La contestación corta es: sí, hay formas de desbloquear su cerradura electrónica, mas seguramente no tenga nada de qué preocuparse; las personas con el conocimiento para hacerlo seguramente tengan peces más grandes para freír. Para protegernos contra la entrada no autorizada, debemos considerar las motivaciones del posible intruso. El más obvio es el hurto. Otra opción son los ocupantes ilegales: si obtienen el código, pueden argüir que viven legalmente allí y legalmente debes probar que no tienen permiso para estar allá. Pueden pasar 6 meses o más antes que la policía los retire. Llevamos más de un año durante la pandemia sin desalojos legales fuera de circunstancias inusuales. En ese tiempo, los ocupantes ilegales probablemente saquearán su residencia.
Pero, en primer lugar, ¿de qué forma consiguen acceso estos villanos? Consideremos ciertas formas en que uno podría obtener acceso no autorizado. La manera de baja tecnología sería verte poner el código. ¡Entonces tienen el código!
La manera de alta tecnología para ingresar sería aplicar ingeniería inversa a la cerradura para hallar códigos cableados u otras vulnerabilidades que sean comunes a todas y cada una de las cerraduras del mismo modelo. Hay personas que intentan hacer esto. Otros métodos pueden incluir la detención de la comunicación entre su teléfono y la cerradura o su controlador y la cerradura.
El muchacho de los arbustos
Muchas cerraduras tienen un código que debe introducirse para desbloquearlas. ¡Ese es un problema si alguien te ve poner el código! Piensa si alguien podría verte introducir el código desde detrás de un árbol o un arbusto. Ahora que los dispositivos electrónicos son asequibles y predominan, hay otro peligro: pequeños dispositivos de grabación de video que se puede poner en algún lugar cerca de la puerta de una persona y podría grabar veinticuatro horas de video en una pequeña tarjeta microsd y, si se pone apropiadamente, podría grabar a alguien ingresando su código. Cuando ingrese su código, cubra su mano con su cuerpo y su otra mano.
Un poco más de dinero y podrían tener acceso a unos prismaticos. En la ciudad probablemente haya muchas ventanas frente a su puerta y una de ellas podría tener un dispositivo de grabación con un teleobjetivo apuntando a su puerta. Es por eso que debe cubrir su mano cuando ingresa su código de entrada. Ahora la gente puede comprar drones que flotan en un lugar durante horas a cientos de metros de altura con teleobjetivos, todo por menos de mil euros.
Entonces piense en las formas en que alguien podría ver qué teclas ha presionado en su teclado. Tus dedos dejan aceite que es visibles bajo diferentes géneros de luz. Asimismo se puede dejar un tinte invisible en el pomo de la puerta que luego se esparciría por el cerrajero en El Campello teclado. Si tiene un código de 4 dígitos, puede haber 16 combinaciones para probar. Respeto a esto debería dar crédito a la marca Yale que cambian la localización de los dígitos en el teclado cada vez que se activa. Esto extiende aceites alrededor del teclado entero. También significa que alguien que le esta espiando no necesariamente podrá descifrar el código al verlo ingresar. Si no ven el número que se está ingresando, pero qué una parte del teclado toca, no conseguirán el código. Esta es una innovación refulgente.
Los métodos usados para cerrar y abrir una cerradura y cada vez son más difíciles y, con más complicaciones, brotan más posibilidades de vulnerabilidades. Las implementaciones de Wi-Fi y Bluetooth no siempre y en todo momento se efectúan con seguridad. Muchos ingenieros de software me han dicho que se niegan a instalar cerraduras electrónicas por el hecho de que han visto el código de diferentes dispositivos y son una auténtica basura.